«La Tierra Inmaculada», de Antonio López Sousa.

Si pensáramos que un lugar es especial solo por el mero hecho de que nuestras creencias y costumbres así lo dictan, ¿deberíamos creer que es así? En cuanto a esas leyendas sobre nuestros ancestros que durante siglos han pululado a nuestro alrededor, ¿cuánto hay de mito y cuánto de realidad en ellas?

Cuando hablamos de la Tierra Inmaculada, hablamos de un lugar especial al que Llanto llega a conocer. Pero no lo tendrá fácil de primeras... para integrarse en la comunidad de los inmaculados, deberá acatar muchas de sus costumbres y dogmas adoptados a lo largo del tiempo.

Este nuevo ejemplar de la serie de «Las lágrimas de Llanto» (cuarto volumen), desentraña una vez más, los comportamientos y conductas sobre la condición humana, en base a sus raíces y creencias. Y pone de manifiesto la incapacidad del ser humano para solucionar conflictos de forma pacífica. ¿Cuántas guerras a lo largo del tiempo se podrían haber evitado si hubiéramos apostado por la concordia o armonía, antes que el poder o la imposición de ideas? La altivez, arrogancia y el egoísmo desmedido de algunos, son motivos más que suficientes para provocar una guerra.

Una vez más quedo maravillada de la prosa de Antonio, haciendo uso de un gran estilo literario a la hora de describir y narrar tanto lugares, como situaciones e historias, ¡proyectando ingenio con talento!

Por último, me queda decir que esta es una edición preciosa a la que no le falta ningún detalle, me encantan los mapas y dibujos que incluye, así como los inicios de los capítulos, que me han parecido muy originales.

(*) He elegido esta simpática imagen de mi sobrina posando con el libro, en un gesto espontáneo suyo.