El día que aposté por mí

Buenos días lector@s,

¿qué tal va la semana?

Tenía pensado hacer una publicación un tanto particular como ya anuncié anteriormente, peeero... como sucede en las mejores tramas, en los mejores libros, he decidido dar un giro final e improvisar.

Sí, sí, creo en la improvisación, y soy partidaria de ella en muchas ocasiones. Podemos tener un guión preparado, o unas pautas, o unas directrices a seguir, pero creedme, no hay nada como improvisar y dar un giro a los acontecimientos. Al final, como sucede en todas las historias, buenas o malas, tenemos que creer en algo y no necesariamente en lo mejor. 

Es como cuando nos planteamos: ¿Por qué "A" y no "B"? Y mi respuesta es: ¿Y por qué no?

Es como dar rienda suelta a nuestra imaginación. No sirve de nada tener todo milimétricamente calculado, si al final, como si de una partida de cartas se tratara, el día menos pensado, nos vuelcan todas al suelo y otra vez vuelta a empezar...

"El día que aposté por mí" no viene a ser un reivindicación de mi persona, no, ni mucho menos. Lo que creo es que debemos creer en nosotros mismos. Estamos llenos de posibilidades, de creencias, ilusiones... que en nuestro deseo por alcanzarlos a veces prima la desesperanza, el desánimo... pero aún así creo que no debemos cejar en nuestro empeño. Hay días nublados y, otros menos nublados. De eso trata el libro de la vida.

¿Y vosotros? ¿Sois partidarios de la improvisación?


                                         (Foto y texto: María Sánchez Corraliza)

Comentarios

  1. La improvisación, romper con lo esperado, cambiar sobre la marcha, sorprenderte. Tenemos que sorprendernos. No hay otra. La espontaneidad. la naturalidad. Todo lo demás son cuentos. Somos islas, formando parte de un archipiélago si tenemos suerte, y la mejor forma de matar la monotonía es improvisando. Di que sí, María S.

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    1. No puedo estar más de acuerdo, muchas gracias por tu comentario. Sin duda, improvisar debería ser un estímulo en nuestro día a día.

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  2. Vivir sin plan establecido, es decir improvisando tampoco es malo, solo es una fórmula distinta para afrontar las situaciones. La vida no es para nada una tragedia, solo que nuestro corazón es muchas v es frágil y vive expectante de las cosas que desea, pero cuando no las logra no debe sentirse mal, solo seguir avanzando porque se lograran otra cosa que tal vez sean mejores

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    1. Gracias por añadir tu punto de vista. Coincido en que como dices, hay que seguir avanzando, aunque no se logren algunas cosas, puede que la vida nos tenga reservadas otras mejores, así es 😊

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