«Gatitos», de Cristina Monteoliva

«Pensaba en cómo se olvidó de los problemas de su madre en cuanto le trajeron aquel helado y en lo bien que sabía, cuando aparecieron las primeras chimeneas en el horizonte. Pronto le siguieron muchas otras: todo un bosque de estructuras altas y delgadas entre las que destacaban unas cuantas más bajitas y con la cintura estrecha, parecidas a las de las centrales nucleares de las películas. Algunas estaban como aburridas, sin escupir nada por sus bocas. Otras emitían grandes penachos grises o negros. ¡Hasta había una que expulsaba un humo azulado con toques brillantes!»

Dylan observa fascinado el paisaje ante sus ojos, mientras viaja con su tía Margot, en un viaje que esta vez, le resultará inolvidable... 

Gatitos es una novela que sorprende, contada desde una aparente sencillez, nos muestra un lado reivindicativo, omnipresente a lo largo de este libro. Un relato de mayores en el que dos niños, Dylan y Sveta, son los dos grandes protagonistas. Y es que a ojos de ellos, la versión de esta historia, no puede ser más sincera y honesta. Escrito con una franqueza y naturalidad característica, propia de un niño, nos revela que ellos, grandes observadores por naturaleza, dan más valor a las cosas esenciales de la vida, algo que los adultos sin embargo, parecemos olvidar.

Ambos niños de once años, viven en mundos tan dispares que, trazar una historia de contrastes y paralelismos entre uno y otro, se antoja una tarea dificultosa, tarea que Cristina acomete con brillantez, de una forma ingeniosa y cautivadora. Dylan vive bajo la sobreprotección de unos padres a los que apenas ve, ya que por su trabajo siempre están muy ocupados. Por contra, Sveta, ha estado expuesta a peligros y vive con su familia, que sobrevive como puede, con escasez y falta de recursos para subsistir. La enfermedad también hace mella en los suyos, algo de lo que ella misma es consciente.

Como contrapartida, ambos no son tan diferentes, Dylan ante la falta de cariño de unos padres ausentes, decide crear dentro de esa burbuja en la que se halla y ajena al mundo real, una realidad paralela, en la que están presentes el general Malapata y el Doctor Malojo, personajes que conforman la mayoría de sus historias de ese único universo suyo. Historias de superhéroes en las que la bella novia del general Malapata también está presente. Sveta, ante la enfermedad y escasez de su familia, se vuelca en el cuidado de dos gatitos que encuentra abandonados. Pero Dylan y Sveta no se conocen entre ellos, es más, miles de kilómetros les separan.

Cuando Dylan emprende un viaje junto a su tía Margot, con quién suele viajar en vacaciones y quién le lleva a lugares increíbles, no sabe lo que sucederá. En esta ocasión, será un viaje muy diferente, que le llevará a conocer lo más inexplorado de una realidad que él desconoce por completo.

Cristina Monteoliva ha sabido crear una historia entrañable con precisión y autenticidad, de confrontación entre esos dos mundos literalmente opuestos, donde deja entrever las secuelas de una guerra, el desamparo de las víctimas, o la contaminación medioambiental entre otros. Me ha maravillado la sencillez del lenguaje, la atmósfera creada, casi hipnótica que te introduce en el relato, el poderoso mensaje implícito que entraña, así como la relación que se entabla entre los personajes,... Asimismo, en esa crítica socio-medioambiental, nos muestra que la vida no trata de superhéroes, ni de bellas princesas esperando a ser rescatadas... 

Sin duda se trata de una obra muy poderosa en su mensaje, conmovedora y admirable por la belleza con la que está escrita. Me ha sacudido fuertemente, y es que, además de lo que se cuenta en ella, como colofón final, ¿puede existir algo más enternecedor que un verdadero abrazo fraterno, directo al corazón?

Un libro de obligada lectura, tanto para adultos como para niños.



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